la decoracion esquisita y acogedora que creaba un ambiente agradable para relajarse. el spa era pequeño y no funcionaban algunas tumbonas.

La experiencia en este hotel fue increíble. Las habitaciones son amplias y modernas, y tienen unas vistas espectaculares a las montañas que te invitan a relajarte. El desayuno buffet era variado y delicioso, con opciones para todos los gustos. La recepción fue muy amigable y siempre dispuesta a ayudar. Además, la proximidad a las estaciones de esquí facilita muchísimo la planificación de un día en la nieve, lo que fue clave para nuestro grupo.

Aunque todo fue mayormente positivo, el aparcamiento fue algo complicado y había que planear con anticipación.

Hotel&Spa Real Villa Anayet es un lugar ideal para descansar. Las instalaciones son geniales, especialmente el spa, perfecto después de un día de esquí. La atención del personal es excepcional, en especial de Pilar en el restaurante. Además, las camas son súper cómodas, lo que garantiza un buen descanso.

Lo recomendaría.

un hotel con personal realmente amable que nos dejó un gran recuerdo

Desayuno buffet completo | Spa para relajarte.

La comida del restaurante fue excepcional, especialmente el menú micológico. Además, el trato del personal fue cálido, haciéndonos sentir como en casa durante toda nuestra estancia.

El desayuno buffet tenía una buena variedad de opciones para empezar el día.

El aire acondicionado era insuficiente y se apagaba a las 23:00, lo que fue muy incómodo.

oh, qué maravilla de hotel, si no fuera por la silla rota de nuestra habitación y el aire acondicionado que se apagó a las 11, lo cual es muy molesto. esperaba un trato especial, algo como un upgrade, pero claro, eso no ocurrió. estuve tentado a dejar una buena reseña, pero no pude resistir mencionar estas imperfecciones.

Recomendado para parejas que buscan algo especial

La comida del restaurante fue increíble, mejor no podrían haberlo hecho, el trato de los empleados era de lujo, te hacían sentir como en casa, el chico de la cafetería fue súper atento con nuestros pequeños. Un buen detalle fue que adaptaron los menús para nosotros, realmente apreciamos esa amabilidad del personal.

No fue barato, pero vale la pena.

La comida estaba deliciosa, especialmente el menú del día que probamos. Además, el ambiente en el restaurante era muy acogedor y cómodo.

La ubicación es excelente, rodeada de naturaleza y con vistas impresionantes. La comida en el restaurante fue espectacular, especialmente la panza de cerdo. Sin embargo, la atención al recibirnos fue caótica, tardamos demasiado en hacer el check-in. La habitación no estaba tan cálida como se esperaba y el tema de la calefacción fue mal gestionado. Además, el servicio de limpieza entró sin aviso durante nuestra ausencia, lo que resultó poco respetuoso.

Pasé un fin de semana en este hotel y fue muy agradable. La atención del personal, especialmente de Pilar en el restaurante, hizo que nuestra estancia fuera especial. Las habitaciones eran amplias y cómodas, con una limpieza impecable. Tenían un minibar y supermercado cerca para cualquier necesidad. El desayuno buffet superó mis expectativas, con muchas opciones ricas. Sin embargo, el aire acondicionado a veces no funcionaba correctamente y las instalaciones del spa no estaban disponibles todo el tiempo, lo cual fue un poco decepcionante. Además, el bar cerraba temprano, lo que quitaba la posibilidad de disfrutar de una copa antes de dormir. Pero en general, la comida era excelente, sobre todo en el restaurante, donde todo estuvo muy bien presentado y sabroso.

Disfrutamos mucho de la ubicación del hotel, cerca de paisajes hermosos donde pudimos hacer rutas familiares con sticks de esquí. Además, el spa fue un gran acierto para relajarnos después de un largo día. Personal muy atento, especialmente en la cena, donde todo estuvo delicioso.

A mis hijos les hubiera encantado encontrar un menú más variado para ellos, ya que la oferta de comida no fue la mejor.

Un lugar perfecto para esquiadores, con fácil acceso a las pistas y un buen ambiente para relajarse. La máquina de aire acondicionado no funcionaba bien, lo que fue incómodo por la noche. La variedad de juegos, como el billar, fue una buena manera de pasar el tiempo en familia.

Pasé 3 noches en un cuarto con vista y la experiencia fue genial, especialmente disfruté de las camas súper cómodas y del desayuno que tenía todo tipo de opciones ricas. Además, el spa tenía un jacuzzi y un baño turco que me ayudaron a relajarme después de esquiar. Sin embargo, el aparcamiento fue un poco complicado de encontrar, así que es mejor planearlo con tiempo. ¡Recomiendo probar el menú del restaurante, todo estaba delicioso!